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Deformidades Angulares y Flexurales en Potros y su tratamiento con férulas correctivas

Las deformidades angulares y flexurales en potros son problemas ortopédicos comunes que afectan el alineamiento de las extremidades, dificultando su movimiento. Las férulas correctivas son una opción de tratamiento eficaz, ya que ayudan a realinear y estabilizar las extremidades en crecimiento. Se aplican durante un período controlado para promover la corrección gradual de la deformidad. El tratamiento debe ser supervisado por un veterinario para ajustar las férulas según el progreso del potro y asegurar un desarrollo saludable de sus extremidades.

Lucas Giraldo Botero, Médico Veterinario Universidad de Antioquia.
Eddy Santiago Morales Tejada, Médico veterinario Universidad de la Salle.
Tatiana Rios Meneses, Bioingeniera Animal Fix.

Las deformidades angulares y flexurales se encuentran dentro de las enfermedades ortopédicas del desarrollo en potros, las deformidades angulares se definen como una desviación axial lateral o medial en el plano frontal distal a una articulación1. Podemos encontrar 2 tipos de deformidades angulares, deformidad angular en Valgus y deformidad angular en Varus.

  1. Valgus: Desviación lateral de la extremidad distal al origen de la deformidad.
  2. Varus: Desviación medial de la extremidad distal al origen de la deformidad.
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Figura 1. (A). potro de 1 mes de edad con deformidad angular varus de carpo bilateral. (B) potro de 3 meses de edad con deformidad angular valgus de carpo severa miembro anterior izquierdo (Taralyn, 2017).

Las deformidades flexurales son observadas en el plano sagital de la extremidad. En los casos en que los tendones flexores son “demasiado largos” se denomina Hiperelastica, y en los casos en que los tendones flexores son “demasiado cortos”, el problema se denomina contractura.

Figura 2. Potro de 3 días de nacido con deformidad flexural de carpo (Earl, 2017)

Causas

Las causas para el desarrollo de estas deformidades angulares pueden ser congénitas tales como: nacimientos prematuros, placentitis, trauma perinatal de tejidos blandos, y flacidez de tejidos blandos periarticulares y osificación incompleta de los huesos cuboidades del carpo y tarso. Dentro de las causas adquiridas podemos encontrar desbalances nutricionales (dietas altas en carbohidratos y proteínas), potros en rápido crecimiento, ejercicio excesivo y trauma directo.

 

Las deformidades flexurales congénitas en potros muy probablemente se originan en malposición uterina durante el desarrollo fetal, desarrollo anormal del feto, o una enfermedad o estado de desnutrición en la yegua. Causas adquiridas incluyen cambios posturales debido a dolor en la extremidad afectada (fisitis), causas nutricionales y rápido crecimiento.

 

Diagnóstico

La mayoría de las deformidades angulares son fácilmente reconocibles a través de la observación del potro. En las extremidades anteriores, es importante establecer la dirección del plano frontal que atraviesa la extremidad. El siguiente aspecto, que debe evaluarse, es la dirección de la región del carpo frente a la región de los pies y el menudillo. La evaluación radiográfica digital es siempre indicada cuando existe una desviación angular severa, no mejora como se esperaba o incrementa la severidad de la lesión.

Deben evaluarse la vista dorsopalmar del carpo y el menudillo y la vista dorsoplantar del tarso y el menudillo del miembro posterior. La proyección radiográfica lateral-medial del tarso también es importante para evaluar los huesos cuboidales en busca de evidencia de aplastamiento. El aplastamiento de los huesos carpianos o pequeños del tarso disminuyen el pronóstico de la recuperación futura.

El diagnóstico de las deformidades flexurales congénitas de las extremidades se basa con mayor frecuencia mediante observación; la observación cuidadosa del potro es muy importante y debe ser llevado a cabo continuamente por los propietarios. A través de esto, incluso los tendones contraídos de desarrollo lento pueden diagnosticarse temprano y tratarse a la vez, donde las posibilidades de corrección exitosa son mucho mejores, evaluación de la madurez y el estado inmune del potro. La evaluación radiográfica del carpo y el menudillo puede estar indicada si se sospecha inmadurez esquelética.

Las manipulaciones son importantes para determinar qué tendón o tendones están involucrados. Esto debe llevarse a cabo en estación, así como con la extremidad flexionada. Además, se debe establecer el rango de movimiento de la articulación. Simultáneamente, los tendones flexores deben palparse, para saber cuál de los dos es más contraído. La radiografía rara vez ayuda en el diagnóstico. El dolor crónico, como el que se encuentra en la osteocondrosis o en la artritis séptica de la articulación de la cadera no diagnosticada, ocasiona un desplazamiento del peso desde la extremidad dolorosa, lo que puede inducir una deformidad flexural o angular de la extremidad.

 

Tratamiento

Para ambas deformidades existen tratamientos médicos conservativos y tratamientos quirúrgicos dependiendo de la severidad de la lesión y la respuesta al tratamiento, en el caso de las deformidades angulares se recomienda quietud en pesebrera por 2 semanas, aplicación de férulas, y control radiográfico, tratamientos quirúrgicos incluyen elevación de periostio, retardación del crecimiento, y aceleración del crecimiento.

En casos de las deformidades flexurales medicamente se recomienda, corregir los desbalances nutricionales, manejo del dolor, ejercicio controlado excepto en los potros con hiperelasticidad de los nudos, aplicación de tetraciclinas parenterales en casos de contracturas y aplicación de férulas. Quirúrgicamente esta la desmotomia del check ligament o ligamento frenador.

 

Uso de férulas Correctivas

El uso de férulas correctivas para el tratamiento de deformidades angulares y flexurales en los potros suele ser una muy buena herramienta debido a su versatilidad, facilidad de uso y a que hoy en día es cada vez más fácil tener acceso a las mismas por parte de los médicos veterinarios y de los criadores.

La decisión del uso o no de estos dispositivos depende de un adecuado análisis de cada caso en particular para determinar la causa de la deformidad y su severidad.

Cuando la causa de la deformidad es la osificación incompleta de los huesos del tarso o del carpo, el uso de férulas de manera inmediata es obligatorio para evitar una mayor deformación y el desarrollo anormal de los huesos. Cuando se da una desviación axial, en varo o en valgo, causada por anomalías epifisarias y metafisarias, la intervención quirúrgica suele ser necesaria en los caso más graves, sin embargo, la terapia física combinada con la aplicación intermitente de férulas, a menudo suele ser una opción exitosa.

En estos casos las férulas pueden ser usadas inmediatamente después del nacimiento en casos de potros fuertes y con desviaciones del menudillo o del carpo totalmente hacia lateral, en los casos en que el potro no está muy fuerte y la deformidad no es muy severa, se puede esperar unos pocos días para comenzar a usarlas, sin embargo se debe tener en cuenta que el uso de estas es más efectivo cuando se realiza durante los primeros tres meses de edad. En de deformidades bilaterales, se pueden usar dos férulas al mismo tiempo o usar en una extremidad por unas 3 horas y luego cambiar a la otra por el mismo tiempo  [i].

En las deformidades flexurales, especialmente en las deformidades metacarpo-falangeas, se recomienda el uso de férulas inmediatamente después de nacimiento y por 3 o 4 semanas.

En los casos de hiperlaxitud del tendón flexor, esta suele ser autocorrectiva, pero puede ser necesaria la fisioterapia, el ejercicio restringido y la ferulización.[ii]

Diagnosticar y atender a tiempo algún tipo de deformidad angular y/o flexural es es de suma importancia debido a que los potros con este tipo de deformidades distribuyen muy mal su peso sobre las placas de crecimiento de los huesos del carpo, lo que evita que se dé una osificación normal y por lo tanto un deterioro progresivo.

El uso adecuado y a tiempo de las férulas correctoras permiten al potro distribuir adecuadamente su peso, de forma anatómica y cuidando las placas de crecimiento de los huesos cuboidales del carpo evitándose el progreso de la deformidad i.

Hay que tener en cuenta que debido a que el uso de las férulas obliga al potro a mantener una posición forzada de la extremidad afectada, se puede producir un poco de dolor y a menudo requerirse analgesia, el éxito del uso de éstas férulas depende en gran medida del cuidador del potro, quien debe estar pendiente de su evolución, de la presencia de dolor y de la revisión periódica del estado de la piel para evitar lesiones o identificarlas a tiempo de tratarlas [iii].

Las férulas pueden ser fabricadas por el veterinario de una variedad de materiales incluyendo PVC, madera y fibra de vidrio, sin embargo estas tienen la desventaja de que se desplazan y a menudo es muy difícil mantenerlas en su posición adecuada, pueden causar lesiones en la piel del potro y es muy difícil poderlas quitar y poner periódicamente para permitir el descanso del potro y hacer seguimiento de la evolución de la corrección.

Gracias a los avances tecnológicos y para evitar todos estos problemas se han desarrollado férulas customizadas9 que pueden fabricarse a partir de moldes de las extremidades del potro, con las ventajas de ser a la medida y por lo tanto permanecer en la posición adecuada, además permiten quitar y poner fácilmente sin necesidad de sedación permitiendo un control sobre la evolución del paciente y una inspección permanente de posibles lesiones en la piel causadas por el uso de las mismas.

El avance tecnológico y el compromiso de todos los actores del mundo equino permite que cada día la vida de los potros que nacen con deformidades de las articulaciones sea más fácil y se vaya mejorando rápidamente en los primeros meses de crecimiento.

 

Bibliografía

  1. Kidd JA (2012): Flexural deformities. In: Auer JA, Stick JA (eds). Equine Surgery 4th Ed. St. Louis, MO: Elsevier Saunders. Pp.1221- 1239.
  2. Auer JA (2012): Angular limb deformities. In: Auer JA, Stick JA (eds). Equine Surgery 4th Ed. St. Louis, MO: Elsevier Saunders. pp.1201-1221.
  3. Garcı´a-Lo´pez JM, Parente EJ. Angular limb deformities. In: Ross MW, Dyson SJ,editors. Diagnosis and management of lameness in the horse. 2nd edition. St Louis (MO): Elsevier; 2011. p. 640–5.
  4. Robert C, Valette JP, Denoix JM. Longitudinal development of equine forelimbconformation from birth to weaning in three different horse breeds. Vet J 2013;198:75–80.
  5. Auer JA. Diagnosis and treatment of flexural deformities in foals. In: Auer JA, editor.Clinical techniques in equine practice. St Louis (MO): Elsevier, Inc; 2006.p. 282–95.
  6. Almanza A. Deformaciones flexurales y desviaciones angulares en potrillos, sus posibles soluciones. Anuario 2008
  7. Leitch M. Musculoskeletal disorders in neonatal foals. Vet Clin North Am Equine Pract. 1985 Apr;1(1):189-207
  8. De Castilla B. Problemas Angulares Y Flexurales Del Potro En Crecimiento. Cif: B-87064671, 5-1ºb 28023 Madrid
  9. Anima Fix Colombia, Protocolos de generación de férulas a la medida, 2016 (www.animalfix.co)

[i] Almanza A. Deformaciones flexurales y desviaciones angulares en potrillos, sus posibles soluciones. Anuario 2008

[ii] Leitch M. Musculoskeletal disorders in neonatal foals. Vet Clin North Am Equine Pract. 1985 Apr;1(1):189-207.

[iii] De Castilla B. Problemas Angulares Y Flexurales Del Potro En Crecimiento. Cif: B-87064671, 5-1ºb 28023 Madrid

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